Cada Miércoles Santo, San Pedro La Laguna, Sololá se llena de colores y aromas gracias a la hermosa tradición de elaborar arcos de frutas y corozos, una costumbre que no solo embellece el entorno, sino que también fortalece los lazos comunitarios y celebra la rica herencia cultural de este pintoresco pueblo.
La elaboración de estos arcos se remonta a décadas atrás, cuando los habitantes de la región comenzaron a adornar las calles con productos locales como mangos, papayas, piñas y productos de temporada. Esta práctica simboliza la abundancia y la gratitud hacia la tierra, además de ser una forma de dar la bienvenida a los visitantes que llegan para participar en las festividades propias de la localidad.

Desfilan por las calles con algarabía y fe
Los grupos de la parroquia San Pedro Apóstol se organizan, las mujeres con sus indumentarias llevan sobre su cabeza canastas con frutas mientras que los hombres llevan en hombros los corozos, cada uno responsable de un arco específico, lo que fomenta el trabajo en equipo y la solidaridad.
Los arcos se instalan en los caminos principales, preparando los pasos procesionales, son un espectáculo visual que atrae a turistas y locales por igual. Además de su atractivo estético, estos arcos representan el profundo sentido de comunidad y fe que caracteriza a San Pedro La Laguna.

La Semana Santa en este pueblo no solo es un tiempo de reflexión espiritual, sino también una celebración de la identidad cultural guatemalteca. Con cada arco de frutas, la comunidad renueva su compromiso de preservar sus tradiciones y ofrecer un espacio de alegría y color en uno de los momentos más significativos del año.
Este Miércoles Santo, los habitantes invitan a todos a disfrutar de esta tradición única y a celebrar juntos la riqueza cultural que hace de San Pedro La Laguna un lugar especial en el corazón de Guate.
