Arturo Castro, el talentoso actor guatemalteco, ha dejado huella en la pantalla grande y en la televisión de Estados Unidos. Su aparición más destacada fue en la segunda temporada de la aclamada serie Narcos, donde demostró su versatilidad y carisma.
Nacido y criado en Guate, Arturo mostró su pasión por la actuación desde temprana edad. Recuerda con cariño su primera experiencia en una pastorela evangélica, donde se deleitaba con los aplausos del público. Este amor por el escenario lo impulsó a seguir su sueño.
Tras terminar el colegio, tomó una decisión valiente: dejar su hogar en busca de oportunidades en Nueva York, animado por su profesora Angélica Rosa. La llegada a un nuevo país no fue sencilla, pero con el apoyo incondicional de su familia, Arturo nunca se rindió. En 2005, su perseverancia dio frutos al ser aceptado en la American Academy of Dramatic Arts.

De comerciales a la pantalla grande
Al inicio de su carrera, participó en varios anuncios comerciales, pero su gran oportunidad llegó en 2008. Durante unas vacaciones en Guate, consiguió un papel en la película Looking for Palladin, lo que marcó su entrada al mundo del cine.
A lo largo de los años, Arturo ha trabajado en diversas producciones, incluyendo Tough to Hate, Adán, Indigo Children, Come Home Raquel y Memoir. Sin embargo, su reconocimiento mundial llegó con su papel de Jaime en la serie Broad City, producida por Amy Poehler, que ganó un Globo de Oro en 2014.
Recientemente, Arturo ha vuelto a Guate para hacer una diferencia. Inauguró un laboratorio de computación en una escuela de San Antonio Palopó, en Sololá, brindando a los jóvenes la oportunidad de soñar más allá de las fronteras.
Arturo Castro es un ejemplo inspirador de que los sueños pueden hacerse realidad, y su historia nos recuerda que, con esfuerzo y dedicación, podemos alcanzar nuestras metas y también retribuir a nuestra comunidad.