En un hallazgo que promete cambiar nuestra comprensión de la antigua Mesoamérica, el Proyecto Arqueológico del Sur de Tikal ha desenterrado un altar excepcional adornado con murales teotihuacanos en el icónico sitio maya de Tikal, ubicado en el corazón de Petén. Este descubrimiento no solo destaca la rica historia de Tikal, sino que también arroja luz sobre la fascinante interacción entre dos de las civilizaciones más influyentes de la región: los mayas y los habitantes de Teotihuacán.
El Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala (MCD) ha confirmado que este altar, parte del Grupo 6D-XV, data de entre los años 300 y 500 d.C. y es testimonio de la presencia de grupos teotihuacanos en Tikal. La estructura, que presenta una impresionante arquitectura talud-tablero y murales excepcionalmente bien conservados, incluye figuras antropomorfas con tocados de borlas, un distintivo estilo teotihuacano que resalta la fusión cultural de esta época.
Las excavaciones han revelado dos fases constructivas significativas. La primera, conocida como la etapa Venado (300-400 d.C.), muestra estructuras residenciales y entierros que incorporan materiales de Teotihuacán. La segunda, la etapa Cabrito (400-450 d.C.), llevó a la creación de un altar central, emulando el modelo arquitectónico de Plan Plaza 4 de Teotihuacán.
Este hallazgo sugiere que los habitantes de Tikal no solo coexistían con los teotihuacanos, sino que también adoptaron sus tradiciones funerarias y arquitectónicas, creando una amalgama cultural en un lugar clave de la vida política y ritual de Tikal. Sin duda, este altar es un símbolo poderoso de la conexión entre estas dos grandes civilizaciones, un recordatorio de que la historia siempre tiene más que contar.
¡El pasado de Tikal sigue revelando sus secretos, y cada descubrimiento nos acerca más a entender la complejidad de las relaciones entre los pueblos antiguos. Y en Buenas Noticias GT estamos para contar estas historias increibles.