El primer viernes de cuaresma es un hito significativo en el calendario religioso del país. Este día, que da inicio a un periodo de reflexión y penitencia de 40 días que prepara el corazón del pueblo católico para la Semana Santa.
Con cada año que pasa, esta tradición se profundiza, reafirmando el compromiso de los guatemaltecos con su fe.
Para los católicos guatemaltecos, la cuaresma es mucho más que un simple ciclo litúrgico; es un viaje espiritual que invita a la renovación interior. Desde el primer viernes, las comunidades se sumergen en un ambiente de oración y reflexión.
Procesiones recorren calles y avenidas de la nación
A lo largo y ancho de Guatemala, numerosos pueblos adoptan la costumbre de realizar procesiones y representaciones cada viernes de cuaresma.
Las calles se adornan con alfombras de aserrín y flores, mientras los fieles recorren los caminos en honor a la Pasión de Cristo. Cada procesión es un acto de amor y devoción que refleja la rica herencia cultural del país.
El fervor religioso del pueblo católico en Guatemala es inquebrantable. Desde las grandes ciudades hasta los rincones más remotos, la cuaresma es un momento en el que la fe se convierte en el hilo conductor de la vida cotidiana.